Opinión / Entomafobia

Tatiana

Mis queridos entomafóbicos ¿Cómo están? Perdón si los he hecho esperar tanto por un nuevo texticulo, pero esta transformación de cuarta nos ha traído mucho ruido y pocas nueces, y entre tanta noticia que no lo es, ni ganas de escribir me dan.

El primero de diciembre México comienza un nuevo sexenio, de (ya veremos si de) alternancia, con un gobierno federal ocupado por un partido de centro izquierda (que más parece democristiano light). Y ese día el animo popular se volcó al zócalo capitalino, con un discurso largo y monótono como disco rayado que el mismísimo Fidel Castro envidiaría.

Y comienza el nuevo gobierno criticado por el recorte al presupuesto de cultura, investigación y educación, con el incremento en los reglones militares y de publicidad. Esto, mis fieles tres lectores, nos obliga a tener el ojo sobre la lupa y a ver cada movimiento del nuevo gobierno con mucha atención, porque si le sumamos el culto a la personalidad del nuevo presidente, el autoritarismo está a la vuelta de la esquina.

Las universidades por supuesto que recularon y el mandatario reconoce un error y anuncia recorte a las dependencias del gobierno para darlo a las universidades, muchos aplaudieron, aunque en el SAT dejaron de aplaudir muy rápido porque las primeras 500 cabezas rodaron en las oficinas de recaudación.

Va el aeropuerto de Santa Lucia, y mientras se ponen de acuerdo los secretarios de comunicaciones y turismo si será terminal internacional o para todo tipo de vuelos, lo único que sabemos es que lo construirán los militares y que a las aves del lago de Zumpango nadie les consultó.

Con rituales a la madre tierra, que más parecía show de Xcaret, comenzaron los trabajos del Tren Maya. Las poblaciones locales aún no terminan de asimilar si esto será un beneficio o no, ni sabemos realmente cual será el impacto ecológico en la poca selva que queda en el país. Que esta incertidumbre nos mantenga al pendiente y esperemos un beneficio.

La FED sube las tasas de interés bancarias en el país vecino y acto seguido, Banxico hace lo propio a tasas que no se veían desde la crisis del 94, así que mis amigos, escondan las tarjetas de crédito un rato, por lo menos hasta que los organismos financieros den señales de estar más serenos (o mejor destrúyanlas). Y esto es cuestión de los mercados, que conste que no acuso nada y solo les recomiendo cuidar sus pesetas.

No baja el IEPS, por lo que no baja la gasolina, y las bancadas opositoras se desgarran las vestiduras por un tema que en el pasado ellos aplaudieron. Y es que los argumentos que desoyeron como gobierno el PRI y el PAN ahora los esgrimen contra el morenaje. Y no es que aplauda la medida ¿pero que dignidad tiene priistas y panistas para ser oposición?

Pero como dice el dicho “para que la cuña apriete, ha de ser mismo palo”, me quito el sombrero ante la diputada Tatiana Clouthier. Una voz crítica desde la tribuna de Morena. Dijo sin tapujos lo que muchos venimos diciendo: la guardia nacional que se propone no es lo que se prometió en campaña ya que no abona a terminar con la militarización del país. La diputada sigue trabajando de la mano del secretario Durazo en el tema ¡Bien por la Tatis!

Obviamente en la línea dura del morenaje esto no cayó nada bien y la primera que descalificó la declaración de Clouthier fue la presidenta de Morena, la mujer antes conocida como Citlali, Yeidckol Polevnsky, quien dijo que la hija del Maquio anda desinformada y trató de hacer menos los dichos argumentando que Tatiana es diputada independiente, como sus posturas, haciendo énfasis en que Clouthier no pertenece a Morena ¿Quiobole? ¿Le ardió a la señora presidenta?

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