Un espectáculo por el que no pagué

Por: Administración
2019-02-18 18:09:53
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Mis queridos entomfóbicos ¿Cómo están? ¿ya están listos para trabajar en el CONACYT, sin importar su perfil académico? Y es que, mis fieles tres lectores, este último capitulo del reality show que tenemos por gobierno no sólo es penoso por sí mismo, sino que desvela cuanto le cuesta al morenaje, desde su cabecita de algodón hasta sus bases, reconocer los errores.

Estamos de acuerdo que la experiencia puede sustituir a los títulos y grados académicos, cuando en verdad se tiene y se puede comprobar dicha experiencia. Pero lo triste de los casos que salieron a la luz pública las últimas dos semanas es que ni título ni experiencia relevante en el área bastaron para que un pasante, una diseñadora de modas y una exdiputada con primaria terminada se apersonaran y ya se sintieran en su feudo en el CONACYT, órgano cuya función es desarrollar la investigación y apoyar el desarrollo profesional de científicos e investigadores del país.

Creo que a todos nos bastaría que después de ahogado el niño, se tapara el pozo con los subsecuentes despidos y renuncias, que se dieron a regañadientes, pero la maroma de la institución al tratar de justificar el papel de la modista y la posterior pataleta del ejecutivo acusando al aire a la “mafia de la ciencia” de sangrar al erario era innecesario, indeseable y deja una nota de berrinche, de que no le gusta que se cuestione a los compadrazgos que hay en su instituto político que han permitido que el patético capitulo del CONACYT se haya dado.

Y tal parece que será el tenor de este sexenio que para que los cuates queden bien parados se modifiquen leyes y estatutos a modo o simplemente se pase por alto la ley y así tengamos a Taibo II en el CFE (se modificó una ley pues es mexicano nacido en el extranjero), a Ana Gabriela Guevara en la CONADE (se cambiaron los estatutos de la comisión pues no tiene estudios de licenciatura) y a Jenaro Villamil en Medios Públicos (no comprobó estudios y sigue al frente de su portal de noticias), que en estos casos la experiencia de los personajes es indiscutiblemente relevante, pero ese tufo a compadrazgo sigue en el aire.

Pero ¿qué esperamos de un gobierno que compra pipas para transportar gasolina sin licitación y luego cambia la NOM porque los vehículos no cumplen con los estándares de seguridad que la propia ley exige?

La transformación de cuarta ha demostrado que es muy fácil cambiar de colores, pero no de mañas y perdónenme los que se la compran, pero el argumento que “los otros” eran más sinvergüenzas no me parece justificación suficiente para pasar por alto lo que se está haciendo mal cuando se trajo a la honestidad tres lustros o más como bandera de campaña.

Si este espectáculo seguirá así de triste ¡Qué me devuelvan lo de la entrada!

Como colofón: la minuta de la Guardia Nacional ha sido muy criticada por ONGs, académicos y la población en general, sin embargo, la militarización del país sigue su rumbo como en los últimos doce años. Quisiera pensar que la oposición en el congreso actuará con dignidad ¿pero quién espera eso del PRI y del PAN?