Opinión / Entomafobia

La reforma que (¿afortunadamente?) no fue

Mucho revuelo ha causado, mis fieles tres lectores, el rechazo a la Reforma Eléctrica en el senado.

Y es que en honor a la verdad ¿Sabemos que se rechazó o qué se propuso? Y cuando hablo de saber me refiero a comprender en realidad el impacto de no haberlo aprobado (y viceversa). Creo que en ese renglón estoy como la mayoría de las personas: en las tinieblas de la ignorancia.

¿Es verdad que la reforma hubiese garantizado tarifas más bajas a los usuarios? No lo sé, pero los impulsores fallaron al no especificar el cómo y en qué plazos se verían dichos beneficios.

Y es que las focas aplaudidoras nunca nos dieron información técnica, proyecciones ni explicaciones, enfocaron su estrategia en un discurso patriotero y nacionalista que bien hubiese funcionado hace 50 años. Pero en un mundo globalizado y siendo el país un jugador más o menos relevante en el comercio internacional hay tratados qué en el discurso oficialista ignoraron y que en los cuales no sabemos cómo la dichosa reforma encajaría-

Tampoco sé si el tema de las energías limpias estaba realmente contemplado, es más, ni siquiera sé en qué renglón se encuentra en el país en este tema (y en lo personal no nos veo listos para abandonar la energía fósil en el mediano plazo), pero lo cierto es que el favorecer el uso de combustóleo y carbón en favor de la producción eléctrica no es favorable para el medio ambiente (favorable para el senador Guadiana y su changarro de carbón, sí, pero esa es otra historia), ni para la implementación de políticas que favorezcan a este cambio. Y tampoco veo como se beneficiaría un consumidor cuando se favorece a una empresa (CFE) y frena la competencia. Pareciera que se nos olvida que en la cuestión de precios, un mercado diverso es mejor que uno con un monopolio.

Si a este gobierno le encanta regalar ¿por qué no dar paneles solares a familias de escasos recursos? ¿Por qué no instalar generadores eólicos en comunidades apartadas? ¡Claro! Porque en la mentalidad decrepita de la 4T eso no es ni siquiera una posibilidad.  

Entonces ¿qué sigue? No lo sé. Pero en definitiva no veo (porque nunca se difundió eficientemente y porque discurso nunca fue técnico sino ideológico) que esa reforma nos hubiese beneficiado en algo.

Y sí, sí veo cosas rescatables: que la oposición se plantó y demostró unidad. Tampoco me voy al aplauso fácil, menos a calificar a los diputados de héroes porque lo que hicieron es simplemente su trabajo. También veo muy favorable ver cómo se va empequeñeciendo la bancada del verde. A posteriori se desenmascara la bajeza de los aplaudidores del régimen al pretender exhibir a los diputados opositores al calificarlos traidores y lanzar a sus hordas embravecidas a acosarlos, abonando a la división del país con anuencia y beneplácito del presidente. En fin, dejo para mi próxima colaboración la Ley Minera.       

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