Datos que debes conocer sobre el ajolote

Por: Administración
2019-04-03 17:01:56
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Entre las especies endémicas de nuestro país, una de las más populares es el ajolote, el pequeño anfibio cuya existencia se encuentra amenazada, pero que podría tener la clave para la regeneración de tejidos.

Estos son los datos que debes conocer sobre el animalito mexicano que se ha ganado el aprecio de muchos y el interés de la comunidad científica.

Según una leyenda azteca, el ajolote surgió cuando un dios adoptó su forma para evitar ser sacrificado.

Son endémicos de las aguas de la Ciudad de México, como el lago de Xochimilco, pero debido al aumento en la contaminación se ha vuelto prácticamente imposible que sobrevivan en su hábitat natural, y la gran mayoría de ellos vive en cautiverio.

Por ello, está catalogado como una especie endémica en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Es una ‘rareza’ entre los anfibios, ya que no atraviesa por una metamorfosis, sino que es de las pocas especies que conservan las características con las que nacieron (o de su etapa larvaria) durante toda su vida.

Sin embargo, el ajolote puede ‘transformarse’ y adoptar características más parecidas a las de una salamandra ante situaciones adversas, como la contaminación del agua o los cambios drásticos de temperatura en su hábitat.

Puede vivir hasta 15 años.

Su tamaño promedio es de 15 centímetros, pero pueden alcanzar una longitud de 30 centímetros.

Es capaz de regenerar sus extremidades y órganos, desde su cola y patas hasta su corazón y cerebro.

Puede curar sus heridas sin que le quede rastro de cicatriz y es muy resistente a trasplantes de órganos y otras modificaciones en su cuerpo.

Tiene varias vías para respirar: la boca, la piel, los pulmones y las branquias (esos cuernitos que rodean su cuerpo).

Esta cualidad también hace al ajolote particularmente sensible a la contaminación y ha contribuido a reducir dramáticamente el número de ejemplares de la especie.

Sus características únicas lo han convertido en un objeto de estudio para científicos alrededor del mundo, que consideran que estudiar los procesos que permiten la regeneración de órganos y tejidos del ajolote podría servir a los humanos.

Por ejemplo, en la reparación de lesiones cerebrales, de médula espinal e incluso, para prevenir cicatrices cardiovasculares.

En enero, un grupo de investigadores publicó en la revista científica Genome Research información sobre el mayor mapeo del genoma de este anfibio hasta la fecha, el cual abre la puerta a nuevos avances en la medicina regenerativa.

Fuente: Quinto Poder