Les escribo esto para ayudarles a no malgastar su dinero, no vean esta cosa en la sala de cine.
La abominación bautizada como: "Emilia Perez", es solo un producto sin alma que quieren pasar como "popular" y "premiar" a costa de la inteligencia de cualquier persona mexicana. La explotación de la realidad de violencia que se vive en territorio mexicano resulta ofensivo. Alguien podría decir: “oye, esto no es un documental”, sí, pero la película quiere que te tomes en serio todo. Su problema es que todo lo que plantea se queda en lo superficial.Desde escuchar el típico “se compran estufas, lavadoras….” como si fuera una “canción moderna”, mariachis con luces led, recreación de escenarios artificiales con alguna virgencita de fondo, etc.
El personaje principal interpretado por la actriz Karla Sofía Gascón , te dicen que es oriundo de Monterrey, pero con un acento que parece de España… es lo de menos.
Romantizar a un narco que solamente por cambiar de sexo (de hombre a mujer) ya se convierte en “buena persona”, resulta ridículo.Y que las acciones de ese personaje ahora se dirigen a “aliviar” el daño provocado por la violencia en México(?)…. Cuando tal personaje fue parte de ese daño a la sociedad… Porque se enfatiza el hecho de que ahora como mujer, ya es una excelente persona, prácticamente una santa (solo vean esa escena final ).
Una abogada que habla como colombiana, pero que dice ser de Veracruz, nacida en Rep. Dominicana(?) El personaje de Zoe Saldaña que funciona como “la guía moral”, también está con sus contradicciones. Dado que parece olvidar que sus acciones son derivadas del lavado de dinero y casi casi convirtiéndose en sicaria al final. O un personaje tan molesto como el de Selena Gomez, quien se hace pasar como si fuera “mexicana”, con su español vomitivo. No es culpa de la actriz, al no tenerlo como un idioma familiarizado. La culpa recae en su director. La única mexicana “de peso”: Adriana Paz, también se muestra con un personaje ilógico. Acaso una persona de a pie, con un familiar desaparecido va a ir con un cuchillo a indagar en una oficina donde dan informes (?)Haciendo a un lado toda la cuestión de historia, y sus incoherencias, en el ámbito técnico no hay nada por destacar. Esto no funciona ni como drama, ni musical, no hay alguna secuencia que sea digna de una “súper producción” (como la quieren vender), si acaso un poco la coreografía de Zoe al mero inicio, pero hasta ahí. La letra infame que se ha viralizado es una burla, porque solo parecen diálogos “recitados”, sin una búsqueda por entonar (como lo haría un musical decente). Yo no encontré por ningún lado de la película donde se vean a flote tantas nominaciones y premios… Esto hace hasta poner en la misma balanza putrefacta tanto a la academia gringa como al jurado de Cannes (al premiar como Mejor actriz a las 4 actrices principales: Saldaña, Gascón, Gomez y Paz). Yo creo que lo que ha hecho la situación más grave son las múltiples declaraciones de la gente detrás. Lo dicho por la actriz mexicana (Adriana Paz) en la pasada premiere solo fomenta más la crítica: “Nosotros hicimos una película desde el respeto y el amor […]”.
Algo que no se ve por ningún lado, además, mezcla su situación personal de que fue secuestrad4 hace años y luego quiere quebrar en llanto usando el tema de los 43 normalistas… Defendiendo a su director, comentando: “yo creo que Jacques es una persona respetuosa, cariñosa, que ama a México…”
O lo dicho por el director de que no había estudiado el tema, afirmando que lo que quería conocer ya lo sabía. Así como también lo dicho por las otras actrices en redes sociales, donde descalifican todas las críticas hacia su producto, solo muestran su rostro real.
Lo que molesta no es que el director sea francés, sino su forma de tratar los temas.
Vaya, la nacionalidad no tiene que ver con la manera de tratar un tema ajeno; ahí está Sicario (2015), dirigida por un canadiense, que trata magistralmente el tema del narcotráfico y la violencia normalizada en la frontera norte de México.
Ni tampoco se trata de que no hablen de estas cosas, ahí está “El infierno” (2010), que te presenta la narcoviolencia, pero con sus consecuencias obvias.
Jesús Zuñiga
Reynosa, Tamaulipas