EXCELSIOR. Florida ha confirmado cuatro muertes provocadas por la bacteria Vibrio vulnificus en lo que va del verano de 2025, un patógeno marino conocido popularmente como “bacteria come carne” debido a la rapidez y gravedad de las infecciones que puede generar en la piel y otros órganos.
Las autoridades de salud pública han lanzado una alerta para residentes y visitantes del estado, exhortando a extremar precauciones, especialmente ante el aumento de temperaturas y la presencia de heridas abiertas en contacto con agua salobre.
Hasta julio de 2025, el Departamento de Salud de Florida ha documentado 11 casos de infección por Vibrio vulnificus en el estado. De estos, cuatro personas han fallecido, según confirmó la agencia en informes públicos y en entrevistas a medios locales como CBS News Miami.
Los decesos ocurrieron en cuatro condados:
Estos casos han ocurrido en un contexto climático propicio para el desarrollo de esta bacteria. Florida ha registrado temperaturas costeras superiores a los 30 °C, ideales para la proliferación de Vibrio vulnificus, una bacteria que habita en aguas cálidas y salobres como las de estuarios, lagunas y playas.
Según el sistema estatal de vigilancia, las personas afectadas fueron infectadas en diferentes circunstancias: algunos al nadar con heridas expuestas, otros tras consumir mariscos crudos, especialmente ostras, uno de los principales vectores del patógeno.
Florida ha sido históricamente uno de los estados más afectados por esta bacteria. Entre 2016 y 2024, el Departamento de Salud documentó 448 casos confirmados y 100 muertes. Solo en 2024, se registraron 82 casos y 19 fallecimientos, un récord en la última década.
El patrón de infección muestra una estacionalidad marcada. Los contagios aumentan drásticamente entre mayo y octubre, cuando las aguas del Golfo de México y el Atlántico alcanzan sus temperaturas más altas.
Este comportamiento se ha intensificado debido al cambio climático, ya que las aguas cálidas se extienden a nuevas áreas y durante más meses del año, según han advertido especialistas del CDC (Centers for Disease Control and Prevention) y del Journal of Clinical Microbiology.
Los expertos también alertan que eventos extremos como huracanes o tormentas tropicales aumentan la presencia de Vibrio vulnificus al mezclar aguas residuales con agua salobre y desplazar la bacteria a nuevas zonas. Esto ocurrió en años anteriores tras el paso de huracanes como Ian (2022) y Nicole (2023), lo cual explica el alto número de infecciones posinundación en el estado.
Vibrio vulnificus es una bacteria gramnegativa que se encuentra de forma natural en cuerpos de agua salobre y en ciertos mariscos crudos. Puede infectar al ser humano por dos vías principales:
Una vez que ingresa al organismo, puede causar tres formas clínicas de enfermedad:
Las personas con mayor riesgo son aquellas con sistema inmunológico debilitado, enfermedad hepática crónica, diabetes, alcoholismo, cáncer o que estén inmunocomprometidas por medicamentos o tratamientos. Los adultos mayores también son más vulnerables.
El Departamento de Salud de Florida ha emitido recomendaciones puntuales para reducir el riesgo de infección:
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) también subraya que el diagnóstico temprano es clave para reducir la mortalidad. El tratamiento se basa en la administración rápida de antibióticos, como doxiciclina o ceftriaxona, y en casos graves, requiere intervención quirúrgica urgente para detener la necrosis.
Descrita por primera vez en 1976, Vibrio vulnificus es una bacteria halófila que pertenece a la misma familia del cólera (Vibrionaceae). Su hábitat natural son las aguas saladas y templadas, y se ha identificado en zonas costeras de Estados Unidos, México, América Central y Asia.
En el laboratorio, se detecta mediante cultivos sanguíneos, de tejidos o heces. No se transmite de persona a persona, lo que significa que la prevención se enfoca en la interacción con el ambiente y la alimentación.
Aunque es poco común, la alta letalidad de la infección hace que los brotes de V. vulnificus sean motivo de gran preocupación médica y social, especialmente en estados costeros como Florida, Texas, Alabama y Luisiana.