LA JORNADA. El cineasta alemán Werner Herzog ofreció una clase magistral a jóvenes cineastas en el marco del Festival de Cine de Venecia, donde recibió el León de Oro por su trayectoria. Desde dos horas antes se apostaron en el espacio asignado para la clase asistentes de todo el mundo para escuchar su cátedra.
A solo unos días de cumplir 83 años, con una carrera detrás que comprende más de sesenta producciones entre largometrajes y documentales. Werner Herzog sigue activo, dirigiendo documentales, escribiendo libros y participando como actor. Su presencia en pantalla, ya sea detrás o frente a la cámara, transmite una mezcla de rigor y asombro. Su obra es un recordatorio de que el cine no es solo entretenimiento, es aventura, desafío y como lector de poesía, poesía llevada a la pantalla.
Herzog desbordaba entusiasmo, motivaba a su público, narraba su muy peculiar manera de abordar la realidad llegando a los extremos, arriesgando; una clase magistral por demás motivante en donde en algún momento se levantó de su asiento acercándose al público.
Los teléfonos móviles se elevaban entre los asientos, buscando captar un momento de cercanía con el maestro de maestros.
Leer, trabajar en cualquier cosa.
Repetiría más de una decena de veces, "lean, lean, lean, si quieren ser directores de cine no solo deben ver películas, también tienen que leer, yo veo muchas películas pero también leo, pero lean libros,sí, libros impresos, no solo consuman tik tok”.
Se definió a sí mismo no solo como un director de cine sino también como un escritor; Herzog ha publicado más de una treintena de libros. También recomendó trabajar de lo que sea para costear sus películas si no encontraban apoyo. Aconsejó empezar con proyectos realizables financieramente para no esperar años para realizar sus producciones.
También recomendó visitar un portal que ofrece clases de cine aunque advirtió que tenía un costo razonable: "en él se puede aprender a jugar tenis de la mano de Serena Williams por ejemplo de actuación creo de la mano de Dustin Hoffmann; ahí yo presento una clase con muchos consejos prácticos que tal vez pueden ahorrar años de escuela.“
Documental sobre elefantes africanos rodado en Namibia y Angola.
Herzog ha traído a Venecia el documental Ghost Elephants - elefantes fantasma- acompañando al naturalista sudafricano Steve Boyes quien en una especie de obsesión, intenta descifrar el mito sobre una especie elefantes de gran tamaño.
Todo inicia con la visita al Museo de historia natural en el complejo de los Smithsonian en la capital norteamericana, Washington D.C, ahí se encuentra en exhibición el legendario elefante de gran tamaño ahora llamado Henry y que fue donado el cazador húngaro Joseph Fenykovi. Fue en 1955 cuando Fenykovy lo mostrara como trofeo de caza; un ejemplar de más de 11 toneladas de peso y casi 4 metros de alto.
Herzog acompaña a Boyes quien cuenta con el apoyo de un grupo étnico de la región de Namibia, los cazadores y recolectores Khoisan; junto con ellos realizan una expedición por regiones de Namibia y Angola intentando descifrar el mito de estos elefantes africanos embarcándose en una misión no exenta de peligros. En los relatos de la mitología africana, el elefante es una especie de figura sagrada como guardián espiritual, símbolo de protección y fuerza.
La voz suave y pausada de Herzog acompaña el relato. En este momento de la historia en donde la digitalización domina la vida de buena parte de la humanidad, en donde el consumo inmediato es preponderante, Herzog sigue insistiendo en observar aquello muchas veces inimaginable, llevando a sus espectadores en su compañía como lo demuestra en este conmovedor documental.