EL FINANCIERO. A pesar de los apoyos de los gobiernos de la Cuarta Transformación, Petróleos Mexicanos (Pemex) tiene una deuda equivalente a alrededor de siete veces lo que gana en un año, explicó Fabiola Ortiz, directora general de S&P Global Ratings.
Esa deuda representa un nivel de apalancamiento muy alto en comparación con otras petroleras latinoamericanas como Ecopetrol de Colombia (2.5 veces), Petrobras de Brasil (2 veces) o YPF de Argentina (2.3 veces).
“Pemex tiene cerca de 100 mil millones de dólares de deuda, pero si le sumamos los pasivos laborales nos daría un total de 150 mil millones de dólares, ya que esto lo comparamos con una generación de EBITDA (resultados antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de tan solo 22 mil millones, lo que nos da un resultado y un apalancamiento en alrededor de siete veces para el segundo trimestre de 2025”, detalló en su participación en el podcast Norte Económico de Grupo Financiero Banorte.
Fabiola Ortiz consideró que las métricas financieras de Pemex son débiles, ya que los apoyos del Gobierno de México están enfocados en mejorar la liquidez y suavizar los vencimientos de deuda, pero todavía existen importantes retos operativos.
“Esperamos que se puedan llevar a cabo cambios operativos importantes que logren darle la vuelta a esta débil situación financiera y operativa”, comentó.
La directora general de S&P Global Ratings destacó que Pemex necesita mejorar la producción de crudo y las condiciones de refinación para optimizar la generación de flujo de la compañía.
Sin embargo, la participación de inversiones privadas también ayudaría a que la empresa logre sus metas establecidas, agregó.
“Nosotros no esperamos que (el Plan Estratégico de Pemex) tenga un impacto inmediato en los resultados de la compañía. Esto toma tiempo, ya que las inversiones en este sector también toman tiempo para generar las ganancias esperadas”, subrayó.
S&P Global Ratings consideró que, en un escenario base, en caso de concretarse las inversiones esperadas, Pemex podría tener un apalancamiento por arriba de cinco veces para los siguientes años.
“En nuestra opinión esperamos que la compañía continúe recibiendo el apoyo del Gobierno federal en lo que Pemex logra mejorar su situación operativa y financiera y que se ejecute de manera exitosa el plan de la compañía, (gracias a los apoyos) igualamos la calificación de Pemex con la del soberano de México en triple B”, puntualizó.
El Plan Estratégico para Pemex apuesta por elevar producción y reservas, con participación privada en desarrollos mixtos y foco en campos de alta complejidad.
Sin embargo, la petrolera enfrenta una cartera madura con declinaciones relevantes. Por ejemplo, Cantarell ya solo aporta alrededor de 8 por ciento de la producción nacional, mientras que Ku-Maloob-Zaap concentra cerca de 30 por ciento, aunque también registró una tasa de declinación de 6.7 por ciento en los últimos cinco años.
El Sistema Nacional de Refinación (SNR) opera en torno a 50 por ciento de capacidad, con Dos Bocas y Minatitlán todavía muy por debajo del objetivo, lo que exige inversión sostenida y mejoras operativas, según la especialista.