Josué Picazo, cronista de Tampico con visión digital

Por: Administración
2020-03-04 20:03:20
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La edad es subjetiva, dice Josué Ivan Picazo Baños. Han pasado unas horas desde que fue designado como cronista, el más joven de la historia en el puesto en el puerto jaibo, uno de los más jóvenes en toda la Huasteca. 

Han pasado unas horas del debate cultural en el Internet por la decisión. “Independientemente de la edad, el trabajo se tiene que hacer bien, es decir, que sea algo riguroso y que busque la imparcialidad, hablamos para los ciudadanos y dejamos estos documentos para la ciudadanía” responde en entrevista a MILENIO Tamaulipas.

El joven sucesor de Marco Antonio Flores asume su nuevo cargo como una gran responsabilidad “como individuo y ciudadano de Tampico. Es nativo de Hidalgo, pero acota, “tengo 20 años viviendo aquí, no lo dice mi registro de nacimiento, pero yo me siento tampiqueño”.

Metódico

Es una de las principales virtudes que resalta, para lo cual dedicará su “trabajo, tiempo y mis capacidades para servir a la comunidad en este ámbito que de la cultura y la preservación de la memoria; la intención principal es registrar los cambios que vayan ocurriendo en el municipio en diversos ámbitos, los que van a transformar nuestro paisaje cotidiano hasta nuestra forma de vida”.

Para ello, indicó en la charla, hará un registro sea metódico, apegado a un sistema que pueda servir como un referencia para quienes quieran saber de Tampico, o para quienes en el futuro incierto, quieran saber de los precedentes de ciertos momentos, de ciertos personajes, de quienes estuvieron participando en la vida del puerto.

“La idea es plasmar una perspectiva que contemple estos antecedentes y el contexto en que ocurren las cosas, porque a veces solo se menciona un cambio y no se mencionan los pasos en cómo se dio eso, esa es una función importante de quien trata de llevar un registro con rigor de los cambios sociales y de las transformaciones de nuestra ciudad, que tengan mayor énfasis, aspectos, temáticas, nichos donde no se ha trabajado”.

Esta labor también presentará visiones renovadas, debido a que el trabajo del cronista o el de cualquier otro investigador “nunca es una verdad, no existe una sola voz, siempre es una aportación que cada una de las personas que están interesadas en la cultura, o en el rescate de la historia o en el registro de datos o documentación, al final la construcción de la aparente verdad es comunitaria.

Internet, luego libros

Las investigaciones y estas aportaciones históricas o registros, se difundirán en primer paso en la plataforma más inmediata que es el internet, y posteriormente ver posibilidades dar forma a volúmenes u otro tipo de documentos.

“Me queda claro que lo primero que hay que hacer es atender la agenda municipal el calendario cívico y siempre hay metas que trabajar ahí, en lo personal me gustaría atender el dedicarme a buscar la historia de la gente ordinaria pero que han dejado su sello, las transformaciones que ha tenido cierto sector de la ciudad o algún gremio que han dejado algo en la historia reciente de la ciudad”.

Fuente: Erik Vargas / Milenio