Major, la mascota de Joe Biden, será el primer perro rescatado que vivirá en la Casa Blanca

Por: Administración
2020-11-09 18:00:26
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El próximo 20 de enero llegará un nuevo inquilino a la Casa Blanca. Joe Biden, el candidato demócrata que logró evitar la reelección del presidente Donald Trump, se convertirá ese día en el presidente número 46 de la historia de Estados Unidos.

Pero con Biden no solo llegará de nuevo un demócrata a la Casa Blanca, sino que regresará una larga tradición de más de 100 años entre los presidentes norteamericanos que con Trump estaba en pausa: las primeras mascotas.

Para el caso de Biden son dos perros: Major y Champ.

Major, al igual que su dueño, el presidente electo más votado de la historia de Estados Unidos, también está haciendo historia, pues es el primer perro rescatado que llega a vivir en la Casa Blanca.

Este pastor alemán llego a la vida de los Biden en noviembre de 2018, gracias a la Delaware Hummane Association, que lo rescató y lo puso en adopción.

“Haber participado en el viaje de Major es un honor. Un final feliz es siempre el resultado por el que nos esforzamos cuando los animales entran a nuestro cuidado. Cada animal desplazado merece una segunda oportunidad. La historia de Major muestra el poder de la posibilidad: un perro de refugio que una vez luchó por su vida vivirá en la Casa Blanca en unos pocos meses. No todos los animales del refugio comparten la fortuna de Major. Esperamos sinceramente que su historia resalte la importancia de la adopción de animales e inspire a las personas de esta gran nación", dijo por redes la Delaware Hummane Association.

Major hacía parte de un grupo de seis pastores alemanes cachorros que fueron rescatados después de haber sido gravemente afectados con toxinas, la historia entró al radar de a hija de Joe Biden, Ashley, por redes sociales y ella pidió a su padre intervenir.

Una vez que publicamos sobre ellos para su ayuda, Joe Biden se enteró de ellos y se acercó de inmediato. El resto es historia”, dijo al respecto la asociación cuando Major fue adoptado.

En días previos a la elección, Biden hizo a sus perros un tema de campaña. “Devolvamos a los perros a la casa blanca”, publicó en Twitter, acompañado de un video en donde Donald Trump mostraba su poca afinidad con estos animales.

“Qué parecería yo paseando un perro por el césped de la Casa Blanca”, decía el presiente en el video.

Biden no podría ser más opuesto, su afición por los animales es reconocida desde hace años, y en sus redes, como en las de su esposa Jill, las fotos con sus mascotas son recurrentes.

El nuevo presidente electo es el orgulloso dueño de dos pastores alemanes. El otro se llama Champ y está con la familia Biden desde 2008, año en que la fórmula Obama-Biden ganó las elecciones.

Ese año, Obama le hizo la promesa a sus hijas Malia y Sasha de que si ganaba la presidencia las dejaría tener un cachorro, una promesa que Biden hizo también a su esposa Jill.

Con los Biden mudándose prontamente a la Avenida Pensilvania 1600 de Washington, volverán a pasearse amigos peludos por los jardines de la Casa Blanca.

La nueva pareja de perros presidenciales ya tiene cuenta en redes sociales donde se identifican como DOTUS (Dogs Of The United States/ Perros de los Estados Unidos) siglas que evocan POTUS, el acrónimo en inglés para identificar al Presidente de los Estados Unidos.

Mascotas presidenciales

Desde George Washington hasta Barack Obama, casi siempre en la Casa Blanca han vivivo perros. Es una tradición que no se rompía en 100 años hasta que llegó Donald Trump.

Las últimas “primeras mascotas”, habían sido los perros del presidente Obama, llamados Bo y Sunny, dos portugueses de aguas.

El primero en llegar fue Bo, nombre escogido por la hija mayor de los Obama, Malia, que en ese entonces tenía 10 años. El cachorro fue regalo del difunto senador demócrata Ted Kennedy, quien le puso punto final a varias semanas de búsqueda e indecisión sobre quién sería el “primer perro” del país.

Bo, fue una celebridad en su tiempo en la Casa Blanca, frecuentemente fotografiado recorriendo los pasillos junto con su amo Obama. Pero no fue el único, porque tiempo después en 2013 llegó Sunny, su compañera, quien a diferencia de Bo, que tiene en su pecho una mancha blanca, su pelo es totalmente negro.

El último republicano inquilino de la casa blanca antes de la llegada de Trump, George Wush Bush, también tuvo su perro presidencial. Se llamaba Barney y era un terrier escocés cuyos videos fueron la sensación de internet durante el tiempo que Bush ocupó la presidencia. La noticia de su fallecimiento en 2013, fue muy triste para los estadounidenses.

Los Clinton también tuvieron su mascota, un labrador color chocolate de nombre ‘Buddy’, que murió trágicamente en 2002 al ser atropellado por un automóvil.

Fuente: Infobae