El mercado de ebooks en México crece en medio de la caída de los libros físicos

Por: Administración
2021-04-27 16:53:15
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EXPANSIÓN. En México se lee poco, o por lo menos es lo que las últimas cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) refieren, pues sólo se consumen 3.7 libros al año por cada usuario. Sin embargo, varias empresas han tenido éxito con los ebooks y los audiolibros.

De acuerdo con Inegi, nueve de cada 10 personas declaró leer revistas, periódicos, libros, ebooks o páginas en internet durante el último año y el tiempo de lectura promedio que dedican a esta actividad es de 50 minutos.

Ante una demanda mayor, algunas empresas han buscado ofrecer más. Por ejemplo Scribd, la cual anunció que su catálogo de ebooks y audiolibros en español llegó a los 100,000 títulos y tiene un nuevo programa enfocado en dar difusión a escritoras latinoamericanas.

Además de esta adición de títulos, la empresa presentó Scribd Audio, un nuevo servicio que alberga 30 audiolibros y que está en crecimiento, gracias al apoyo de editoriales como Anagrama, Almadía, Sexto Piso, El Colegio de México, Capitán Swing, Arpa Editores y Plataforma Editorial.

Mientras las ventas de libros físicos disminuyeron 56.3% en 2020, de acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). Los ebooks van marcando un paso cada vez más competitivo en el mundo.

Según datos de Advertising & Media Outlook de Statista, la penetración de los libros electrónicos todavía está por detrás de la de los libros impresos por un amplio margen en todo el mundo.

En los Estados Unidos, por ejemplo, donde los libros electrónicos son muy populares en comparación con los físicos, sólo tuvo una representación de mercado del 23% entre los lectores estadounidenses, mientras que 45% de los usuarios que dijeron adquirir un libro, prefirió hacerlo en formato físico.

En el caso del mercado chino, 32.2% de los usuarios consultados dijo haber comprado un libro físico, pero sólo 24.4% dijo haber adquirido un ebook o audiolibro. El porcentaje restante dijo consumir revistas y medios online, pero no consumió un contenido extra a lo que se encuentra en internet.

Estos hallazgos sugieren que los libros electrónicos no serán el último clavo en el ataúd de los libros impresos, sino más bien un producto complementario que, en última instancia, debería beneficiar a la industria editorial. Las personas pueden agarrar un lector electrónico cuando se dirigen a la playa o viajan al trabajo, pero no hay nada como los reales.