Opinión / Así las cosas

Háblame de ti

Soundtrack para esta columna: “Home now” de No Doubt.

“And to make it real

I need to have you here

I need to have you

I need to hold you”

Me llamas y me cuentas sobre tu día. Te escucho y te hago preguntas. Yo, tengo una lista preparada con cosas pequeñas y grandes que pasaron hoy, si no anoto todo lo que siento que es conveniente compartir contigo me olvido de algunos detalles.

Es mi turno de contarte y voy paso a paso repasando mis anotaciones: la situación incómoda que presencie hoy por la mañana, la estrategia que usé con mi hijo adolescente para que se desahogara y después continuara con sus labores (que para mi sorpresa, funcionó), mi decepción al llegar a la caja de autocobro en el super y darme cuenta que no llevaba la tarjeta adecuada para pagar después de una hora de elegir las cosas, cómo di mi primera comida del día hasta la 1:30pm porque no me alcanza el tiempo para todo lo que hay que hacer, el recuerdo de que hace dos años fuimos a la fiesta de tu hermana, la manera en la que caí en la madriguera del conejo al darme cuenta de que existen “influenecers” en la ciudad y las cosas que comparten, mi tristeza y decepción al pensar en el contenido en redes sociales al que le dan su atención muchas personas, mi preocupación por los proyectos futuros y si serán relevantes o no.

Tú, como siempre, escuchas atento, me pides te aclare algunas cosas, me haces comentarios. Yo, en el fondo, siento que estoy armando un “show”, me siento como una Standupera que no quiere perder la atención de su público: me rio, hago chistes, inserto observaciones con humor negro, ya sabes como me gusta burlarme de las cosas y, sobre todo, de mi misma.

Se hace un pequeño silencio y finalmente sueltas: “todo eso está muy bien, pero ahora, háblame de ti”.

¡Zas! me has descubierto, el disfraz que me puse no fue lo suficientemente bueno o más bien, sabes perfectamente que no me gusta hablarde nimiedades ni de terceras personas.

“Háblame de ti”…

¿Qué se supone que haga con eso? ¿Decirte que casi todo el día tuve un ataque de ansiedad? ¿Qué me es imposible creer que no puedo estirar la mano y tocarte? ¿Qué hoy casi me vuelvo loca al pensar en todo lo que ya no tenemos? ¿Qué nuestra anterior cotidianeidad, ahora tan lejana, para mí era perfecta? ¿Qué extraño tu toque? ¿Qué es una ingratitud para una persona kinestésica como yo no tener tu abrazo? ¿Qué veo tu sonrisa mil veces en mi imaginación, pero quisiera verla frente a mí? ¿Qué se me parte el alma cada que paso cerca o frente a tú anterior casa? ¿Qué todos los días para mí son como un laberinto en dónde recorro las mismas calles y hago las mismas cosas de manera automática? ¿Qué te extraño horrores? ¿Qué en lugar de los mil y un detalles que tenías conmigo de manera diaria, por el momento, lo que queda es conformarse con una llamada?

Y así las cosas…

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