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La educación media superior en Tampico volvió al centro del debate público luego de que surgieran versiones sobre un posible desalojo de estudiantes para dar paso a un nuevo plantel federal.
La polémica se generó en medio de anuncios sobre la ampliación de la oferta de bachillerato en Tamaulipas, una región donde la demanda de espacios públicos supera desde hace años la capacidad instalada. Ante la incertidumbre, la autoridad educativa estatal fijó postura y aclaró el alcance real del proyecto mediante un comunicado de prensa.
La Secretaría de Educación de Tamaulipas (SET) informó que no existe ningún plan para desalojar a estudiantes de la Preparatoria “Francisco Medina Cedillo”, institución ubicada en Tampico, y que la revisión de inmuebles no debe interpretarse como una acción inmediata ni definitiva.
De acuerdo con la SET, la llegada de un Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBTis) a Tampico responde a una decisión de carácter federal, alineada a la estrategia nacional denominada “Mi derecho, mi lugar”, así como a la implementación del Bachillerato Nacional.
Este proyecto forma parte de un plan para ampliar la cobertura de educación media superior en zonas donde la oferta pública es limitada o inexistente en varios kilómetros a la redonda. En el caso de Tampico y la zona sur del estado, las autoridades reconocen un déficit histórico de planteles públicos, lo que obliga a muchas familias a recurrir a opciones privadas.
Según la información oficial, el nuevo CBTis iniciaría operaciones en el ciclo escolar 2026–2027 y tendría capacidad para atender hasta 1,672 estudiantes, lo que representaría un incremento significativo en el acceso al bachillerato público.
Uno de los puntos que detonó la polémica fue la mención de un edificio de propiedad pública del Ayuntamiento de Tampico, ubicado en la colonia Melchor Ocampo, donde actualmente opera la Preparatoria “Francisco Medina Cedillo”, una institución de sostenimiento privado con una matrícula aproximada de 238 alumnos.
La Secretaría de Educación aclaró que la revisión de este inmueble no implica una orden de desalojo, sino únicamente un análisis técnico dentro de varias opciones que se evalúan como posibles sedes para el nuevo CBTis. Dicho análisis considera criterios como cobertura territorial, viabilidad operativa e impacto social.
Además, la SET subrayó que no se ha definido aún la sede definitiva del plantel federal y que el proceso continúa en fase de evaluación.
Ante la preocupación de madres y padres de familia, la autoridad estatal fue enfática al señalar que las y los estudiantes actualmente inscritos tienen garantizada la conclusión de sus estudios, así como la expedición de certificados oficiales y la continuidad del servicio educativo privado.
Incluso, se precisó que, de ser necesario, se contemplan opciones de reubicación en instalaciones adecuadas, sin afectar la trayectoria académica del alumnado.
En cuanto al papel del gobierno municipal, la Secretaría de Educación informó que la participación del Ayuntamiento de Tampico y de la alcaldesa Mónica Villarreal ha sido institucional y conforme a la ley, sin que exista intención alguna de perjudicar a la comunidad estudiantil.