MILENIO. La disputa por el agua entre Texas y Tamaulipas sigue escalando, luego de que el Senado de Texas solicitó al Gobierno de Estados Unidos que presione a México para cumplir con los pagos estipulados en el Tratado de Aguas de 1944. Según los legisladores texanos, la falta de cumplimiento ha generado problemas económicos en su estado, lo que ha intensificado las tensiones bilaterales.
Por su parte, el Secretario de Recursos Hidráulicos de Tamaulipas, Raúl Quiroga, advirtió que la crisis del agua en el estado es grave, especialmente en la zona norte, donde se concentra más de la mitad de la población y gran parte de la industria. Mientras que el sur cierto recibió alivio con la tormenta "Alberto" el año pasado, el norte de la entidad sigue enfrentando severa escasez.
El problema podría empeorar si México decide utilizar el Río San Juan para cumplir con los pagos pendientes a Estados Unidos.
Aunque esta cuenca no está incluida en el tratado de 1944, en noviembre pasado se firmó un acuerdo para usar sus recursos hídricos, lo que ha generado preocupación en Tamaulipas, ya que comprometería aún más su suministro de agua.
Expertos como Jorge Luis López Martínez, vocal tamaulipeco del Consejo de Cuenca, han señalado que la presión de Estados Unidos podría servir para ordenar la administración del agua en México, evitando extracciones ilegales y asegurando que el tratado se cumpla correctamente en futuros ciclos.
López Martínez explicó que México ha estado utilizando más agua de la que le corresponde, lo que ha generado un rezago en los pagos y ha llevado a Texas a exigir su recurso. La falta de regulación ha derivado en un conflicto que ahora se enfrenta bajo la presión del gobierno estadounidense.
A medida que se intensifican las demandas de Texas y la crisis hídrica en Tamaulipas se agrava, las autoridades deben encontrar soluciones urgentes para equilibrar el cumplimiento del tratado sin comprometer el abasto de agua en el estado.