EFE. Arropado entre las montañas del centro del Líbano, el Monasterio de San Marón apura los preparativos para una visita del papa León XIV a comienzos de diciembre, cuando este complejo con la tumba del principal santo libanés acogerá por primera vez en su historia a un sumo pontífice.
Mientras varias excavadoras van renovando el asfalto en la carretera de acceso al monasterio, un grupo de trabajadores coloca luces nuevas y hace arreglos en la tumba de san Charbel, un asceta nacido en 1828 al que se le atribuyen decenas de miles de milagros, incluso fuera del territorio libanés.
"La visita del papa a este lugar es para animarnos a seguir el estilo de vida de San Charbel, porque él vivió la Biblia, no habló mucho".
"Muchos papas vinieron a visitar el Líbano, pero este es el primero que vendrá a visitar la tumba de san Charbel, lo que supone un evento muy único para nosotros".
"Ahora mismo estamos restaurando la tumba para la visita del papa. Estamos preparando este sitio para acoger a más gente, porque hay muchas personas que quieren venir y participar en esta ceremonia".
"Como comunidad, le estaremos esperando cerca de la tienda de souvenirs para cuando baje, pero luego no estaremos allí porque hay otra gente que le quiere ver. Así que no sé si tendremos la oportunidad de hablar con él, pero es importante que vaya a pasar por delante".