EL ECONOMISTA. La Junta de Gobierno de Banco de México recortó la tasa en 25 puntos base para llevarla a un nivel de 7.50%, en una decisión tomada por mayoría.
Tal como ha sucedido desde los anuncios de junio y agosto, en esta ocasión el único voto en contra de seguir flexibilizando la política monetaria, fue del Subgobernador Jonathan Heath, el decano de la Junta de Gobierno.
En una decisión esperada por el mercado, según lo descrito en la encuesta más reciente de Citi, la Junta de Gobierno del Banco de México aplicó una segunda reducción consecutiva de 25 puntos, en la tasa con la que hiló 10 recortes inmediatos de 11 que lleva el ciclo desde marzo del 2024.
En el comunicado del anuncio, precisaron en la guía de futuras decisiones que “hacia delante, la Junta de Gobierno valorará recortes adicionales a la tasa de referencia. Tomará en cuenta los efectos de todos los determinantes de la inflación”.
Y precisó que “las acciones que se implementen serán tales que la tasa de referencia sea congruente, en todo momento con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 % en el plazo previsto”.
El plazo referido, será, según el propio comunicado, en el tercer trimestre del próximo año, lo que significa que aún faltan cuatro trimestres, o un año, para llegar a la meta puntual de inflación.
De acuerdo con la economista para México de BNP Paribas, Pamela Díaz Loubet, este forward guidance indica que no viene una pausa en el ciclo y que podrían seguir recortando la tasa aún en los siguientes dos anuncios monetarios del año. Anuncios programados para el seis de noviembre y el 18 de diciembre.
Ahora, la experta anticipa que la tasa terminará el año en 7% en lugar del 7.25% que proyectó anteriormente.
Según lo descrito en el comunicado, “la Junta de Gobierno juzgó apropiado continuar con el ciclo de disminuciones de la tasa de referencia. Ello en congruencia con la valoración del actual panorama inflacionario”.
La inflación de servicios mantiene un movimiento lateral, ubicándose entre 4.94 y 4.44% entre diciembre del año pasado y agosto de este año. Y la inflación se mantiene fluctuando entre 3.59% alcanzado en enero de este año y 3.57% de agosto, con picos de 4.42 y 4.32% entre mayo y junio.
“(La Junta de Gobierno) en particular consideró el comportamiento del tipo de cambio, la debilidad mostrada por la actividad económica y los posibles impactos ante cambios en políticas comerciales a nivel global”, precisaron en el comunicado.
De acuerdo con ellos, también tomaron en cuenta el grado de restricción monetaria que se ha implementado.
El ciclo restrictivo inició en junio del 2021 y constó de 15 aumentos subsecuentes, en los que llevaron la tasa de 4 a 11.25% en marzo del 2023. En aquel momento, la restricción de la política fue dirigida para tratar de revertir la aceleración que traía la inflación ante el choque global tras la pandemia y el cierre de canales de suministro que se agravó con la invasión de Rusia a Ucrania.
Cambios moderados en pronósticos de inflación
Los pronósticos de inflación que suele incluir el banco central en su anuncio, desde agosto del 2021, incorporan un ajuste al alza, como dice el mismo comunicado, “moderado” para el estimado de inflación subyacente del tercero y cuarto trimestre de este año.
Pero siguen esperando que la inflación general converja a la meta en el tercer trimestre del próximo año.
Analistas consultados por la encuesta de Citi anticipan, en contraste, que la inflación no llegará al objetivo puntual de 3% el próximo año. Es decir, a diferencia de Banco de México, los especialistas consultados prevén que la variación de la inflación al cierre de año será de 3.74 por ciento.
Precisaron que los pronósticos están sujetos a los siguientes riesgos al alza: depreciación del peso mexicano; disrupciones por conflictos geopolíticos o políticas comerciales (imposición de aranceles); persistencia de la inflación subyacente; presiones de costos y afectaciones climáticas.
En contraste, los riesgos a la baja que identifican son: una actividad económica menor a la anticipada; un menor traspaso de aumentos en los costos y menores presiones por la apreciación de la moneda nacional.
“Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico mantiene un sesgo al alza si bien éste es menos pronunciado que el enfrentado entre el 2021 y el 2024”.
Las minutas correspondientes a esta decisión se divulgarán el próximo nueve de octubre.